En 2019, la empresa Gallup realizó en Estados Unidos una investigación cualitativa y cuantitativa para medir el grado en que se fomenta la creatividad en el aprendizaje. Definiendo la creatividad como una habilidad que no se basa en una fórmula, sino en el pensamiento ligado al descubrimiento e investigación para imaginar nuevas formas de resolver problemas, abordar desafíos, hacer conexiones o crear productos.
El estudio reflejó que el 87% de los profesores y el 77% de los padres creen que los métodos que impulsan la creatividad y otras habilidades cognitivas son las de mayor importancia para los estudiantes; además del pensamiento crítico, la resolución de problemas y la curiosidad por aprender de forma independiente.
Por otro lado, únicamente el 4% de los padres y el 1% de los maestros se inclinó por la obtención de “buenas calificaciones en exámenes estandarizados” como lo más importante. Sin embargo la repetición y memorización siguen siendo la norma de estudio hoy en día.
La tecnología ofrece diversos modelos de aprendizaje no convencional, 8 de cada 10 estudiantes utilizan tabletas o computadoras en la escuela, pero las usan para realizar tareas tradicionales que no necesariamente requieren de estas herramientas. El potencial de la tecnología no se está aprovechando.
Los profesores que impulsan el pensamiento creativo afirman un mayor desarrollo cognitivo y confianza entre sus alumnos; esos resultados son más comunes cuando los maestros utilizan la tecnología de forma innovadora.
La falta de tiempo y de capacitación son barreras importantes a las que se enfrentan los docentes al desarrollar la creatividad en el aprendizaje basado en el uso de la tecnología.
La conclusión a la que llegó el estudio, demuestra que los líderes educativos deben transmitir una visión convincente del proceso de adaptación de las escuelas para mejorar la preparación de los estudiantes a los posibles desafíos que enfrentarán en el futuro.
A raíz del confinamiento por la pandemia de Covid-19, el uso de los recursos tecnológicos en la educación cobró fuerza, pero no por ello se aprovecha al máximo ni se le da un uso más allá del convencional.
El conocimiento se renueva cada 2 años y medio, un avance acelerado que va de la mano de la tecnología. El 85% de los niños que se encuentran actualmente en primaria trabajarán en un empleo que aún no existe.
La creatividad se caracteriza por cumplir con originalidad, fluidez (velocidad y facilidad para generar ideas), flexibilidad y utilidad.
La enseñanza creativa debe fomentar una mentalidad constructiva y el aprendizaje abierto, asumir los riesgos del cambio, empoderar en las limitaciones, desarrollar la confianza en los alumnos y descubrir nuevos caminos para llegar a los resultados esperados.
Para formar en la creatividad, los profesores deben promover el pensamiento transversal y el trabajo en equipo, desarrollar la imaginación, usar la creatividad en todas las disciplinas y eliminar en medida de lo posible bloqueos creativos. Para ello se recomienda un plan de cuatro etapas:
1. Definir objetivos formales respecto a la integración del reto creativo en la asignatura.
2. Establecer límites de tiempo, recursos, modalidades y roles de trabajo.
3. Calentamiento, activar la predisposición positiva para la actividad.
4. Reto o actividad creativa, explicación contundente sobre lo que se llevará a cabo.
Si eres docente y estás pensando en implementar la creatividad en el aula, te sugerimos estas pequeñas actividades que puedes fácilmente adaptar a tus clases.
En Sensei Learning estamos comprometidos a motivar la creatividad en el aula, sabiendo los beneficios que ello aporta a corto, mediano y largo plazo; e impactando positivamente en las habilidades de los alumnos. Por eso recomendamos las distintas guías de creatividad de Apple.
Jessica Taifeld