El bienestar emocional es uno de los pilares para una vida plena, sana y feliz. Se refiere a los sentimientos, saber reconocerlos, expresarlos y hacerles frente de forma consciente y asertiva; alcanzarlo requiere de un balance holístico y de la habilidad para afrontar los problemas del día a día, tomando decisiones, lidiando y adaptándose a las exigencias propias de la situación. Es normal que al igual que las circunstancias, los sentimientos también fluctúen; pero es posible apoyarse en la tecnología para poder gestionarlos de forma objetiva y eficaz. 

     La tecnología como elemento cotidiano puede influir en el estado emocional tanto de niños, como de adultos; y aunque mucho se ha hablado de cómo influye de manera negativa hoy abordaremos el tema desde un punto de vista distinto.

     Alrededor de 450 millones de habitantes luchan a diario con temas de salud mental, pero hoy ésta va más allá del diván. Los nuevos ecosistemas digitales han permitido una serie de avances terapéuticos que se ajustan fácilmente a la economía, los horarios y los espacios de los usuarios. Incluso existen herramientas como chatbots, aplicaciones y grupos en redes sociales desarrolladas específicamente para combatir los problemas modernos.

     El software de salud conductual está rediseñando los tratamientos tradicionales, haciéndolos más accesibles y personalizados. Plataformas y aplicaciones orientadas al bienestar mental son cada vez más populares, centrándose en las necesidades específicas de cada paciente y adaptándose a cada comunidad. Yana, por ejemplo, es una plataforma con casi 5 millones de usuarios que brinda acceso a herramientas de salud mental a personas de habla hispana.

     Los wearables, como el Apple Watch y otras pulseras inteligentes, también empiezan a posicionarse como opciones que permiten medir factores directamente relacionados con el bienestar emocional como ritmo cardiaco, oxigenación y frecuencia respiratoria; y aunque la tecnología nunca suplantará a los modelos tradicionales de medicina, puede ser un factor de apoyo para lograr un diagnóstico y tratamiento más rápido y acertado.

     Existen también aplicaciones de meditación, relajación y atención plena, como Calm, que se enfocan en fortalecer la resiliencia mental sin importar la situación o momento del día. Una ventaja de este tipo de herramientas es que el usuario tiene total control sobre su uso, además ofrecen pistas de audio, ejercicios de relajación, apoyos visuales y guías de enfoque diario.

     Con respecto a los niños, es importante ayudarlos a identificar y gestionar sus emociones desde temprana edad para que a lo largo de su vida corran menos riesgo de padecer algún desbalance emocional. Actividades tan simples como utilizar emojis para expresar lo que sienten, crear dibujos que reflejen sus sentimientos o escribir sus inquietudes, ayudan a mantenerlos en contacto con su bienestar al mismo tiempo que aprenden la importancia del mismo. La variedad de aplicaciones es inmensa, siendo desde pages para los usos más básicos, hasta “Sentimientos Grandes” que por medio de cuentos, video y formatos interactivos los niños aprenden de sus sentimientos y lo que los adultos pueden hacer para ayudarlos cuando ellos no los pueden manejar solos.

     Aprovechar las virtudes de la tecnología en pos de la salud mental es sencillo, basta con desprenderse de los prejuicios y explorar la infinidad de opciones relacionadas. En Sensei Learning podemos guiarte en el camino seleccionando las alternativas que mas se adapten a las necesidades de tus alumnos y/o a las de tu personal docente.

Jessica Taifeld